A finales de 2022, un acontecimiento trágico me rompió el corazón y el alma. Marcó el capítulo más oscuro de mi vida. Abrumado por las circunstancias en las que me encontraba, tomé la decidida decisión de poner mi vida en pausa y emprender un viaje de renovación. En enero de 2023 regresé a México, impulsado por el sueño de crear accesorios extraordinarios y en busca de la notable comunidad wixarika* (pronunciada wirárika), reconocida por su magistral artesanía y experiencia en tejido de abalorios.
Mi expedición comenzó en el estado de Jalisco, donde conocí a diferentes artesanos wixárika. Resultó un arduo esfuerzo encontrar a la artesana que le diera vida a mis pulseras imaginadas. Mientras tanto, no podía encontrar un nombre y un logo que refleja mi aventura. Decidido a encontrar inspiración, entablé conversaciones sinceras con wixaríkas, buscando comprender su cultura y el profundo simbolismo entretejido en sus creaciones. Fue durante uno de estos enriquecedores intercambios que conocí a Alicia, una extraordinaria artesana. Con pasión, reveló la mística que rodea al cactus sagrado peyote, también conocido como "hikuri", y su papel esencial dentro de su cultura. Aunque se pueden escuchar o encontrar diferentes versiones en la web, un hilo común es que, con sus propiedades psicodélicas, es esencial para quienes emprenden una búsqueda espiritual. En su historia y rituales, quienes se embarcan en los viajes espirituales más profundos son aquellos que logran cerrar la brecha entre los mundos espiritual y físico, entre dioses y humanos. Esta hazaña se llama Nierika, que significa "don de ver", otorgando una comprensión íntima de la esencia auténtica y oculta de las cosas presentes a nuestro alrededor. Quienes logran esto tienen la oportunidad de convertirse en un Marakame, un chamán y figura venerada dentro de la comunidad Wixaríka, a quien los individuos acuden en busca de consuelo, buscando sanación para su cuerpo y alma, debido a su profunda conexión con el reino espiritual.
Durante el momento más difícil de mi vida, recurrí a mi proyecto de creación de joyas y accesorios en un intento de sanar mi corazón y mi alma. En este momento de renovación, el nombre Marakame resonó en mí, representando no sólo mi propio viaje, sino también la encarnación de mis aspiraciones. Espero sinceramente que a través de los esfuerzos creativos de Marakame, entrelazados con iniciativas humanitarias, contribuya a tu felicidad y tranquilidad espiritual.
*Es bueno notar que al pueblo Wixaríka a menudo se le llama incorrectamente Huichol, pero prefieren que los llamen Wixaríka.